Parceros, la ética y el emprendimiento son dos elementos que están intimamente ligados así no lo notemos de entrada. ¿Por qué les digo esto? ¿Ustedes han escuchado historias como la de Jordan Belfort, famosamente conocido como el Lobo de Wall Street? ¿Han visto publicaciones en internet donde se resalta su imagen y su talento para los negocios? Estoy seguro que han visto todo esto muchachones y que, de algún modo, han simpatizado con una figura así.
Todos, en algún momento, nos hemos dejado obnubilar por las grandes historias de éxito y por aquellas personas que lograron hacer sus sueños realidad. Sin embargo, la pregunta que debemos hacernos es: ¿a costa de qué o de quiénes hicieron sus sueños realidad? Lo anterior, justamente, nos lleva a poner en el punto de mira la relación que tiene el emprendimiento con la ética. Para nadie es un secreto que en el pasado, e incluso en el presente, muchos emprendedores y empresarios echaron mano de estrategias poco éticas para aumentar sus ventas, escalar en una compañía y derrotar a su competencia.
Sin ir más lejos, en el mundo del marketing y del SEO, las malas prácticas han estado a la orden del día. Aquello que se conoce como Black Marketing, por ejemplo, son una serie de estrategias para robar clientes y vender a toda costa sin importar el daño que se le haga al prójimo, a la naturaleza o a los clientes. La ética, en ese sentido, es fundamental a la hora de hacer negocios y de relacionarnos con futuros clientes y con nuestro equipo de trabajo.
La falta de ética ya no vende menchitos, lo que vende y genera una conexión real con las personas es la empatía, la honestidad y la transparencia. Pero veámoslo más en detalle en este artículo.
Las Kardashians y su estrategia de Black Marketing
Menchitos, scrolleando por Instagram un día de descanso, me encontré con una cuenta supremamente valiosa. Era la cuenta de Gaby Castellanos, una marketera española con gran influencia en el mercado hispanoamericano. Yo diría, sin temor a equivocarme, que es una de las figuras más sobresalientes del marketing en idioma español de la actualidad.
Aquella publicación que vi se llamaba «Las Kardashians: la estrategia mediática de una saga basada en los escándalos». Y ustedes me dirán: ome Menchito, vos fue que te enloqueciste, por qué ahora vas a resultar hablando de las Kardashians. Y no, no me enloquecí muchachones, lo que leí en esa publicación realmente me impactó y fue la semillita que dio origen a este artículo que pretende indagar por la relación entre la ética y el emprendimiento.
Decía Gaby Castellanos que las Kardashians ya eran famosas antes de que las conociéramos; sin embargo, su verdadero boom en el mundo público se dio gracias a internet. En aquella época las hermanas eran muy amigas de Paris Hilton y se basaron en el show que la modelo estadounidense tenía en Fox para crear el suyo propio. La encargada de darle forma al programa de las Kardashians fue su madre y se dice que ella fue la de la idea. ¿Y cómo hicieron las Kardashians para que su show o programa fuera tan famoso? Según Gaby Castellanos, su popularidad se debió a la estrategia del escándalo. Y aquí la cito textualmente:
«Para generar contenido para su programa de TV, han tenido que retrasar divorcios, embarazos y nacimientos para que funcionara el rating. Sin embargo, el problema es que el consumidor a veces se cansa de tanto escándalo y quita el programa. De hecho, la anterior temporada logró menos de 1.6MM de rating, el más bajo en toda su historia.
Pero lo que más debería escandalizarnos es todo el daño emocional y psicológico que ha generado para las hermanas vivir así, de escándalo en escándalo. Y el sufrimiento no ha sido solo para ellas, sino para sus hijos y familiares. Pero así lo decidió la matriarca y ellas lo aceptaron a cambio de dinero y reconocimiento.
No obstante, es humanamente imposible mantener este programa ya que para lograr la atención debes exponer tu vida absolutamente y convertir todo en escándalo: falsear información y engañar al público. Esta estrategia de black marketing (acciones poco éticas para ganar dinero) sin duda alguna genera muchos dividendos, pero a la par también trae mucho daño emocional y psicológico»
Gaby Castellanos
Este caso, parceros, es muy relevante ya que nos muestra de lleno cómo algunas personas hacen lo que sea por el dinero, el reconocimiento y la fama. Y si bien yo no soy nadie para juzgar, sí me hago una pregunta. ¿Yo, Daniel Tirado, expondría a mi hijo y a mi familia a escándalos de todo tipo para ganar dinero? Definitivamente no.
Por otra parte, el engaño al espectador con hechos «supuestamente reales» que no son más que estrategias de rating es igual a la estrategia de la falsa publicidad. O, por decirlo de otra forma, como esos productos milagrosos que engañan al cliente con ingredientes que no tienen. ¿Ven dónde radica la importancia de la ética en el emprendimiento y los negocios?
No es de gratis que el show cada vez tenga menos rating. Las personas no son bobas muchachones, y menos en esta época en que la información abunda y las personas necesitan contenidos que de verdad les impacten positivamente. En tiempos tan difíciles el mejor marketing es ser transparentes, reales, empaticos y solidarios. Personajes como el Lobo del Wall Street ya no deberían ser nuestros referentes. Así como pasar por encima de las personas a costa de riqueza y reconocimiento tampoco debe ser una opción menchitos.
La ética en los negocios: 4 historias de CEOs famosos que perdieron todo por su falta de ética
Las historias de empresarios que han llevado a la ruina a sus compañías o que han atentado contra la integridad de sus clientes han sido muchas parceros. Sin embargo, el objetivo con estas historias que veremos a continuación no es quedarnos con lo malo, sino aprender de ellas para que nosotros mismos como emprendedores no caigamos en esos errores y faltas éticas. Recuerden que nadie, por más poder que tenga, puede pasar por encima de nadie para lograr sus objetivos. En consecuencia, cabe resaltar que la ética en el emprendimiento y en los negocios deberá velar por estos principios fundamentales:
- Respetar los derechos laborales.
- Respetar los derechos humanos.
- Ofrecer y propiciar condiciones dignas de trabajo.
- Preservar el medio ambiente.
- Respetar la integridad y la privacidad de los clientes.
- No incurrir en engaños para vender más.
De acuerdo con lo anterior, precisamente por no haber respetado estos principios éticos es que los directores ejecutivos que veremos en esta lista fracasaron de manera rotunda.
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Steve Easterbrook
En el año 2015, la junta directiva de McDonalds nombró a Steve Easterbrook como su director ejecutivo. No obstante, no pasaron más de 4 años para que la misma junta directiva lo hiciera dimitir de su cargo. ¿Qué sucedió? Que Easterbrook tuvo numerosas relaciones con empleados de la compañía y una de las políticas de la misma prohibía dicho comportamiento. Pero eso no fue lo más grave parceros, Easterbrook ocultó información de su caso, lo negó durante varios meses y destruyó evidencia clave. ¿Qué resultado tuvo todo este fraude y ocultamiento de información? Como era de esperarse, McDonalds lo demandó por 42 millones de dólares y lo retiró del cargo.
¿Qué podemos aprender de este caso?: Que a menos de que emprendamos con nuestra pareja, mezclar el trabajo con relaciones sentimentales resulta muy perjudicial. Sin embargo, esa es la enseñanza menor parceros, el grueso de la enseñanza tiene que ver con la actitud que debe tener un CEO de una compañía tan grande. Easterbrook mintió, destruyó evidencias y ocultó información. Violó el código ético de su puesto de trabajo y traicionó la confianza de la junta directiva. Una actitud nada ética en comparación con la responsabilidad que conlleva su cargo. Resultaba mejor haberlo admitirlo, quizá de esa forma se hubiesen podido arreglar las cosas.
Martin Shkreli
En el año 2015, Martin Shkreli fundó la farmacéutica Turing con sede en Estados Unidos. Este prometedor empresario de la bolsa, del desarrollo de software y de los fármacos, no es conocido al día de hoy lastimosamente por su talento para los negocios, sino por sus famosos fraudes en la bolsa y la alteración de un medicamento para pacientes con VIH. Como bien indica el blog Tentulogo.com: «su empresa de farmacéuticos, Turing, compró la patente de un medicamento que es recetado para pacientes con VIH puesto que fortalece el sistema inmunológico. Ya estando en sus manos, Martin decidió incrementar el precio del medicamento en un 5000%, pasando de costar 13,50$ a 750$. Al descubrirse sus maniobras, fue condenado a prisión en el año 2015 por ser “un peligro para la ciudadanía”.
¿Cómo ven esta historia pues menchitos? Hace falta tener muy poco corazón para hacer una cosas de esas ome. Uno tendiendo todo un futuro por delante como empresario, siendo joven y talentoso y ponerse en esas solo por el afán de volverse millonarios no se justifica. En la actualidad Shkreli está en la cárcel por fraude de valores.
¿Qué podemos aprender de este caso? La enseñanza acá es más que simple parceros: no podemos pasar por encima de nadie por la ambición de dinero. Mucho menos, desatender las responsabilidad que uno tiene como empresa de farmacéuticos con los pacientes. El dinero no está por encima de la vida y de la integridad de las personas. Esa es la gran enseñanza con esta historia de Martin Shkreli.
Richard Smith
Equifax es una multinacional estadounidense dedicada a la elaboración de informes de solvencia para empresas sobre posibles clientes e historial crediticio. A su vez, recopila información de consumidores, empresas y archivos de empleados en todo el mundo. En ese sentido, Richard Smith fue CEO de Equifax desde el 2005 al 2017, año en el que fue despedido por violación de datos personales y financieros de 143 millones de personas.
Por otra parte, el elemento grave en la falta ética de Smith tiene que ver con la forma en cómo accedió a información personal y privada de clientes para entregárselo a distintas compañías. Las personas nunca fueron informadas de aquello y sus datos personales fueron utilizados para inteligencia de mercado y se sospecha que para campañas políticas. Además de que los hackers aprovecharon esa conyuntura para estafar a cientos de personas.
En consecuencia, a Richard Smith la jubilación le llegó con 57 años, pero no le llegó sola, su violación de datos le costó a Equifax varios millones de dólares y al rededor de 15 investigaciones fiscales. Otro caso donde la ética y los negocios no estuvieron alineados.
¿Qué podemos aprender de este caso? Que la información que nos comparten nuestros clientes es sagrada parceros. No debe ser utilizada para fraudes ni para fines políticos. Lo anterior hace parte, precisamente, de respetar la privacidad y la integridad de nuestros clientes.
Scott Thompson
Scott Thompson asumió como CEO de Yahoo en el año 2012; sin embargo, la alegría no le duró ni cinco meses. El 13 de mayo de ese mismo año, la junta directiva lo presionó para dejar el cargo ya que descubrieron que había mentido en su currículum incluyendo un título falso. Thompson habría mentido sobre un supuesto título en ciencias computacionales para quedarse con uno de los más altos cargos de la compañía estadounidense. Thompson salió de Yahoo por la puerta trasera y muy arrepentido de haber mentido sobre su formación académica.
¿Qué podemos aprender de este caso? Sin duda alguna la ética en el emprendimiento y los negocios también pasa por no mentir acerca de nuestra formación académica para conseguir un puesto de trabajo. Muchos son los casos de políticos, periodistas, empresarios y ejecutivos que han inflado sus hojas de vida o plagiado sus trabajos de grado para conseguir sus objetivos. Por esa razón, al principio de este artículo les pregunté que a costa de qué o de quiénes ciertas personas habían logrado el éxito. Siempre será mejor decir la verdad menchitos y obrar con ética en todos los aspectos de la vida. Como diría el poeta romano Horacio: «la conciencia es como un vaso, si no está limpio, ensuciará todo lo que se vierta en él».
La ética es el mejor marketing
Parceros, para que nuestros emprendimientos o negocios tengan éxito no tenemos que recurrir a malas prácticas, a estrategias de black marketing, o a pasar por encima de nadie. En este momento histórico tan difícil por el que está pasando la humanidad, el impacto positivo en las personas es lo que va a garantizar el éxito de nuestros emprendimientos.
Al día de hoy, las ideas que más impacto están generando en el mercado son las que proveen beneficios y soluciones innovadoras y efectivas a las personas. En ese sentido, un emprendedor no debe solo basar su éxito en el poder económico o en el cargo que ostente, sino más bien en cómo sus ideas y productos benefician a los demás y los hacen ser mejores personas. El programa de las Kardashians está bien como entretenimiento menchitos, pero a la larga, ¿qué nos aporta? Seguramente nada edificante.
En consecuencia, para que un emprendedor o empresario impacte positivamente a las personas con sus productos o servicios debe tener un gran sentido de la ética; de otra forma será muy difícil que genere una conexión real con su audiencia. La base de esta sociedad postpandemia debe ser la solidaridad, la cooperación y la empatía. Los tiempos de esas grandes fortunas construidas a base de engañar a la gente deben quedar atrás parceros.
Generar conexiones genuinas y reales con nuestros clientes: ahí está la clave de todo negocio y también la eficacia de la ética en el emprendimiento. Nunca se olviden de que el éxito no tiene nada que ver con el poder monetario, eso es una añadidura. El éxito es acostarnos cada noche y tener la conciencia tranquila al saber que hemos actuado de manera ética sin haber pasado por encima de nadie para lograr nuestros objetivos. Ese es el verdadero éxito parceros y espero que ustedes siempre lo recuerden. Se les quiere muchachones.
Un abrazo gigante.
Daniel Tirado / #BeachMoney
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