A ver parcero, cómo estás de inteligencia emocional ome. Qué me dices pues. Porque hermano, de nada nos sirve ser los más inteligentes y exitosos del mundo; sabernos la enciclopedia complet; ser más rápidos que una calculadora y tener más conocimiento que Google si no sabemos cómo manejar nuestras emociones.
En especial, en estos tiempos en los que las computadoras nos están reemplazando en muchas de las labores que antes desarrollábamos los seres humanos, nuestra forma de diferenciarnos de ellas y de evitar que nos reemplacen es destacarnos en los que nos hace diferentes: las emociones.
Así es. Qué sacamos con hacer unos cálculos ni los más hijuepuchas sobre un tema y sacar estadísticas y que tales si no comprendemos su aplicación; cómo puede impactar a la gente; qué hay más allá de las cifras. En pocas palabras, para ganarle a la inteligencia artificial debemos hacer uso de la inteligencia emocional.
Para empezar, qué es la inteligencia emocional
Parceros, este tema no es tan nuevo como parece porque ya desde 1920 un señor llamado Edward L. Thorndike, un psicólogo y pedagogo considerado un antecesor de la psicología conductista estadounidense, habló de algo similar llamado “inteligencia social”. De acuerdo con él, se trataba de la “habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres a actuar sabiamente en las relaciones humanas”.
Sin embargo, fue en 1985 cuando se habló por primera vez de inteligencia emocional en la tesis doctoral de Wayne Payne, pero el término se popularizó gracias al libro Inteligencia emocional del psicólogo y periodista Daniel Goleman. Él es autor de varias publicaciones que hablan del gran poder que las emociones tienen sobre lo que somos, lo que hacemos y cómo nos relacionamos.
En pocas palabras, la inteligencia emocional es entender la inteligencia como algo más allá de la memoria y de la capacidad de resolver problemas. Es poder reconocer los sentimientos propios y ajenos; es la habilidad de relacionarnos con efectividad con los demás y con nosotros mismos; saber conectar con nuestras emociones, gestionarlas y no dejarnos llevar por los impulsos.
Parceritos, el tema es tan importante que desde hace varios años se ha venido investigado la inteligencia emocional como un elemento fundamental que hace que las personas se destaquen en sus trabajos convirtiéndose en grandes líderes.
Eso les permitió descubrir que las capacidades y habilidades necesarias para tener un desempeño exitoso iban más allá de la racionalidad como se creyó durante mucho tiempo. Se dieron cuenta de que es necesario tener una idea más extensa de lo que entendemos por la “inteligencia”, y empezaron a ganar terreno teorías que tenían un sentido más amplio de ella.
La inteligencia emocional, clave para vivir mejor
Y es que la inteligencia emocional nos ayuda a entender e interpretar tanto nuestras emociones, como las de los demás para poder influir, de un modo empático e inteligente, en la forma en que socializamos y nos adaptamos a las circunstancias de la vida.
De qué nos sirve ser unas pepas, la mata de la inteligencia, saber resolver ecuaciones bien verracas si no somos capaces de llevar una vida emocionalmente sana. Si tenemos dificultades para hacer amigos, para socializar; si no sabemos lidiar con el estrés y con nuestros problemas; si cuando cometemos un error pensamos que es el fin del mundo y no sabemos manejar a frustración. De qué carajos te sirve estar tapado de plata y billete si al final del día estás lleno de angustia, soledad, miedo o tristeza.
Por eso es que la inteligencia emocional es tan importante ome, porque se ha comprobado que es determinante para tener una buena vida. No quiere decir que la inteligencia emocional va a traer alegría infinita a nuestra existencia como por arte de magia, no. Lo que sí es que nos puede ayudar a manejar esas emociones y esos estados para que podamos aceptarlos y manejar mejor los sentimientos que experimentamos.
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Y es que parceros, comprender, aceptar, regular y administrar nuestras emociones nos ayuda a lidiar con ellas. No vas a dejar de sentir estrés, pero cuando aparezca en tu vida sabrás reconocerlo y manejarlo para que no se convierta en una bola de nieve que acabe con tu salud física, mental y emocional.
Cinco aspectos de la inteligencia emocional
De acuerdo con el parcero Goleman, la inteligencia emocional representa el 80 % del éxito en la vida. ¡¡El 80 %!!!! Ya con eso la tenemos ganada, ¿sí o pa qué ome?
Para él, estos son los cinco aspectos que la identifican:
1. Autoconciencia o autoconocimiento emocional:
Esto parceros es tener la capacidad de identificar y conocer nuestros sentimientos y cómo nos afectan. Hay personas a las que no les da nada ver una noticia bien amarillista, es más, los hijuepuchas disfrutan viéndolas; en cambio, hay otros que prefieren ni escuchar un relato bien trágico porque de una vez se descomponen.
Saber eso, reconocer cómo nos afecta el dolor ajeno, el miedo, el estrés, la presión nos permite identificar el sentimiento cuando aparece y buscar la manera de controlarlo o, mejor, de superarlo.
Cuando eso pasa, somos conscientes de que las emociones son pasajeras y no nos definen: yo no soy el miedo, yo no soy la euforia, la adrenalina, la rabia, la angustia. Esas son emociones que experimento, pero que no me determinan y, por lo tanto, no puedo dejar que dominen mi vida.
No sé si hayan recibido este poderoso consejo: no tomar decisiones cuando se está muy feliz o muy triste porque, en ambas ocasiones, nuestra razón está nublada por una emoción pasajera y podemos arrepentirnos de lo que hagamos. Ese, por ejemplo, es una gran muestra de la importancia del autoconocimiento emocional.
2. Autocontrol emocional o autorregulación
Parceros, los noticieros están llenos de historias tristes y absurdas de personas que llevadas por un impulso pasajero, motivadas por una emoción como la rabia, el odio y el miedo hacen cosas que tienen consecuencias nefastas. En ese momento están con la adrenalina y la mente se les nubla, no piensan en las consecuencias que pueden traer sus actos.
Pero no hace falta irse a las noticias. A cuántos no les ha pasado que terminan una relación en un momento de rabia; han faltado a la confianza que les han dado movidos por un deseo momentáneo; hemos herido a alguien por actuar desde el dolor o movidos por el ego…
Mir parceros y parceritas, cómo sería de bonita la vida si todos tuviéramos un mayor autocontrol emocional que nos permitiera reflexionar y dominar nuestros sentimientos o emociones antes de actuar, en lugar de dejarnos llevar impulsivamente por ellos.
De acuerdo con los expertos en inteligencia emocional, una clave para regular nuestras emociones es saber gestionar nuestro foco de atención. Poder detectar qué de lo que estoy sintiendo es momentáneo y está motivado por factores ocasionales, y qué si tiene un origen más profundo, permanente y real.
El autocontrol está relacionado con la capacidad de proyectarnos y de vernos a largo plazo, dejando de lado las recompensas o los deseos inmediatos por nuestros objetivos final.
3. Empatía
Aaaayyyy muchachos, muchachos. Qué importante que es la empatía ome. El cuarto aspecto de la inteligencia emocional radica en aprender a reconocer las emociones y los sentimientos de los demás.
Y es que parceros, las relaciones interpersonales se basan en la capacidad que tenemos de interpretar las señales que los demás emiten de forma consciente e inconsciente, no solo lo que dicen, sino también cómo lo dicen, su lenguaje corporal, sus gestos.
Identificar eso nos puede ayudar a crear vínculos más estrechos y duraderos con las personas con que nos relacionamos; entender qué están sintiendo; cómo se están sintiendo y usar eso a nuestro favor, pero ojo, no para sacarle jugo y controlarlos, sino para, por el contrario, ser asertivos con nuestras palabras y actos para evitar herir o lastimar a alguien.
Y también, claro está, para saber si es el momento indicado para pedirle un aumento a mi jefe; un permiso a los papás para ir a una fiesta o para pedirle plata prestada al parcero, jejjeje.
4. Automotivación
Parceros, este elemento se refiere a la importancia de dirigir nuestras emociones hacia metas y objetivos, en lugar de enfocarnos en los obstáculos. Cuando tenemos lo que llaman un propósito superior, somos capaces de estar por encima de las circunstancias poco favorables que se nos presentar y no rendirnos.
Cuando estamos motivados podemos recuperarnos más fácilmente de las dificultades, evitando dejarnos dominar por emociones como el miedo, la frustración, la tristeza. La motivación termina siendo más grande que la pereza, el cansancio o que las opiniones y comentarios desalentadores que podemos hayar en el camino hacia nuestros sueños y proyectos.
5. Gestionar las relaciones
Y claro que por supuesto que sí. Todo esto de la inteligencia emocional nos lleva, al final, a desarrollar habilidades para tener una buena relación con los demás, algo que, como seres sociales que somos, es muy importante para nuestra felicidad.
Esto hace referencia no solo a lo obvio: tener buenas relaciones con la gente que queremos y que nos cae bien; sino que también habla de la parte difícil: de tener buenas relaciones y una buena comunicación con aquellos que no son precisamente una “perita en dulce” en nuestras vidas.
Sí parceros y parceritas, la gracia aquí es tener la capacidad de relacionarnos con inteligencia con las personas con las que sentimos que no hay muy buena vibra o que hacen lo posible por amargarnos la vida como pasa con los verracos maestros de vida.
No implica ser feliz todo el tiempo
Parceros no confundan tener inteligencia emocional con sonreír todo el tiempo, aceptar lo que nos digan y mantener las relaciones en una frágil burbuja.
La inteligencia emocional implica también ser capaces de manifestar nuestro desacuerdo; saber decir no y expresar aquello que no nos gusta, pero manteniendo la “cordura” y el respeto sin dejarnos llevar impulsivamente por nuestras emociones.
La inteligencia emocional nos ayuda también a entender por qué ciertas personas se comportan de un modo que nos hace sentir incómodos y molestos. A veces no se trata de un tema personal, no tiene que ver contigo, sino con los miedos e inseguridades del otro.
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Así que uno debe aprender también a filtrar los comentarios que recibe, saber de quién vienen, cuál es la intención de lo que dice; será que actúa así por mí o simplemente porque tiene muchos problemas en su cabeza que le impiden tener buena vibra.
En otras palabras, la inteligencia emocional nos ayuda a detectar cuáles “batallas” valen la pena luchar y cuáles no. Hasta qué punto dejamos que los otros nos hieran y afecten.
De la misma forma, la inteligencia emocional es tener consciencia de que no hay emociones buenas y emociones malas, sentimientos positivos y sentimientos negativos porque todas las necesitamos. La clave es saber administrarlas, es decir, reconocer lo que estamos sintiendo, pero no dejar que la emoción nos domine.
Por ejemplo, es normal que no podamos evitar sentir rabia si un verraco se come el semáforo y pone nuestra vida en riesgo. En ese caso, la rabia es algo muy normal. Lo que sí podemos evitar es empezar a insultarlo, bajarnos del carro, sacar la cruceta y querer darnoslas de Rambo.
Danny, cómo podemos desarrollar la inteligencia emocional
Parcero para empezar, básicamente tomando consciencia de dos los cinco elementos de la inteligencia emocional: la autoconciencia y el autocontrol. Cuando empiezas a reconocer las emociones que experimentas, es decir, a racionalizar lo que sienten, puedes tener una mirada más allá del impulso inicial.
Si alguien te hace algo que te produce mal genio y en lugar de reaccionar por impulso tomas consciencia de lo que estás sintiendo, eres capaz de “extrapolar” la emoción y controlarla, en lugar de dejar que sea ella la que te controle.
Los seres humanos somos criaturas emocionales que, a diferencia de otras especies, se supone que con el paso del tiempo aprendimos a pensar y a razonar. Así que, por favor, has uso de esa gran ventaja evolutiva, ¡te lo pide la humanidad!!!
Cómo evitar ser dominados por nuestras emociones
- Reconoce la emoción que estás experimentando.
- Identifica qué la genera, cuál es el origen.
- Acepta la emoción. No la niegues ni la escondas, mucho mejor, no te juzgues ni te trates mal por sentirla.
- Verbalízala, es decir, exprésala en palabras y no te limites a decir “tengo rabia”, ve más allá para identificar todo lo que se esconde. “Tengo rabia porque me siento vulnerado; porque han herido mi corazón y le faltaron al respeto a mis creencias. Además, también siento algo de tristeza y miedo…”.
- Respira con consciencia. Hazlo lenta y profundamente, esto te ayuda a calmar la mente y a bajar los impulsos físicos que se activaron con la emoción.
- Evita tomar decisiones o responder si estás dominado por esa emoción.
- Si es posible, aléjate de la fuente que originó la emoción. Si no, trata de desviar la atención a otro pensamiento o actividad (escuchar música, mirar por la ventana, ducharte, caminar, hacer ejercicio).
- Analiza por qué puede haberte lastimado tanto. Tal vez hay algo dentro de ti que tu niño interior no ha podido sanar; de pronto trajo a la memoria un mal momento del pasado; quizá es un miedo que tienes desde hace mucho tiempo y que no has trabajado.
- Busca maneras de sanar lo que hayas identificado que fue el origen de tu reacción para evitar que factores externos a ti puedan seguir causándote daño.
El primer paso, aceptar nuestras emociones
Históricamente, en lugar de enseñarnos a reconocerlas, nos han educado para negar y evitar nuestras emociones: “los hombres no lloran”, “no demuestre tanto amor que se la montan”, “cómo va a tener miedo, no sea gallina”, “no sea tan débil”.
Como les decía antes parceros, no hay emociones buenas o malas. La clave no es negarlas, sino reconocerlas y aprender a manejarlas, usarlas en la justa medida y tomar nosotros el control de ellas.
Así que muchachos, espero que esto les sirva un poco en su vida diaria para dejar de obrar por impulso y hacer cosas de las que luego nos vamos a arrepentir. La inteligencia emocional se puede desarrollar si nos lo proponemos, y yo confío plenamente en que ustedes lo pueden hacer.
Un abrazo mis parceros y parceritas.
Daniel Tirado / #BeachMoney
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