Parceros, ¿ustedes ya conocen su Ikigai? ¿Sabían que el Ikigai es la clave de la felicidad en Japón? Esta palabra que para nosotros puede sonar rara para los japoneses es parte de su vida diaria. El Ikigai es el resultado de la conjunción entre lo que amamos hacer, lo que necesita el mundo, aquello por lo que nos pueden pagar y aquello en lo que somos buenos. El Ikigai es un concepto japonés que no tiene traducción pero que podríamos entender como la razón por la que nos levantamos cada mañana.
Teniendo esto en cuenta muchachones, les vuelvo a preguntar ¿ustedes ya conocen su Ikigai? ¿Cuál es esa razón por la que se levantan cada mañana? Tener un propósito de vida es parte esencial de la vida y de la felicidad de los japoneses, pero ¿qué entienden los japoneses por felicidad? ¿Por qué es el Ikigai la clave de la felicidad en Japón?
Parceros, los japoneses conciben la felicidad de una forma muy diferente a como nosotros los occidentales la concebimos y entender cómo ellos conciben la felicidad es esencial para entender a profundidad de qué se trata el Ikigai.
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Danny, ¿y entonces cómo conciben la felicidad los japoneses?
Para nosotros los occidentales la felicidad es un destino. Siempre creemos que la vamos a encontrar cuando algo extraordinario nos ocurra: cuando encontremos el amor de la vida, cuando seamos millonarios o cuando hagamos realidad nuestros sueños.
Sin embargo, la vida se nos va tratando de encontrar esa supuesta felicidad. Este sistema occidental es bastante perjudicial porque la felicidad depende de eso que no tenemos, de eso a lo que queremos llegar. La felicidad, en ese sentido, depende de lo que no somos. En este hemisferio cultural nos han enseñado a nunca estar satisfechos. En occidente vivimos de frustración en frustración porque la felicidad depende del futuro y si ese futuro no se cumple al pie de la letra nos decepcionamos. Esta es precisamente la primera gran lección del Ikigai:
La felicidad no está en el futuro. La felicidad depende de lo que somos en el presente.
En contraposición a este sistema occidental, para los japoneses la felicidad no es un destino sino un camino. Los japoneses conciben la felicidad como una suma de pequeñas alegrías cotidianas que poco tienen que ver con el futuro. Los japoneses encuentran alegría en su cotidianidad y producto de valorar esa cotidianidad es que nace la felicidad. Siguiendo este razonamiento muchachones, pudiéramos decir que para los japoneses la felicidad es una acción diaria y ahí es donde radica la principal diferencia con nosotros.
La felicidad no depende del futuro, ni de nuestras expectativas, la felicidad depende de lo que somos en el instante presente. Por esa razón debemos entender el Ikigai no tanto como una filosofía de vida sino como una práctica de vida. El ikigai puede entenderse como la razón o propósito de nuestra vida, pero también como una forma de afrontarla para alcanzar la felicidad.
Menchito, si el ikigai es la clave de la felicidad ¿cómo encuentro mi Ikigai?
Muchachones, el Ikigai también puede ser la clave de la felicidad para nosotros. Como pudieron ver en el diagrama inicial, este se compone de cuatro puntos esenciales:
- Lo que amas.
- En lo que eres bueno.
- Lo que el mundo necesita.
- Por lo que te pueden pagar.
Sin embargo, dentro de estos cuatro puntos esenciales se encuentran los valores que pondrán en acción tu Ikigai:
- Pasión.
- Misión.
- Profesión.
- Vocación.
Vemos entonces que de la unión de la pasión y la misión nace lo que amas. De la unión de la pasión y la profesión nace en lo que eres bueno. Por otra parte, de la unión entre la misión y la vocación nace lo que necesita el mundo. Y de la unión entre profesión y vocación nace por lo que te pueden pagar.
Parceros, entonces antes de que ustedes se pregunten sobre los cuatro puntos esenciales, deben tener claro qué los apasiona, cuál es su misión en la vida, si se sienten bien con su profesión y si esa profesión está relacionada con su vocación.
Un esquema infalible
El Ikigai es un sistema de reflexión personal y autoconocimiento que nos ayudará a encontrar nuestra felicidad en la vida, por eso es fundamental que ustedes tengan a la mano lápiz y papel para que hagan el siguiente ejercicio:
Soy Daniel Tirado y me levanto cada mañana para compartir mi conocimiento y amor con todas las personas que me ven como un referente. Mi pasión es viajar, investigar, aprender y vivir en libertad. Mi profesión es ir por el mundo con una mochila en la espalda, ganar dinero viajando y crear contenido y conocimiento de valor. Mi vocación es compartir ese conocimiento de forma desinteresada y vivir con la mayor libertad posible haciendo lo que me gusta.
Hago lo que amo y en lo que soy bueno. Comparto conocimiento que las personas necesitan del mundo digital, de la vida y de los viajes y me gano la vida con ello.
Como verán muchachones, yo encontré mi Ikigai. Lo que soy y lo que amo está en armonía con lo que hago y con lo que me gano la vida. A esto mismo deberían llegar ustedes, pero el proceso de reflexión debe ser riguroso y consciente. Este esquema del Ikigai es tan infalible que cuando lo empiecen a hacer van a ver que no pueden engañarse a ustedes mismos. Si una parte no se complementa con la otra, el esquema no se completará armónicamente. El Ikigai no miente parceros y la tarea de ustedes consiste en encontrarlo. Si aún no han encontrado su Ikigai, les vendría bien hacerse las siguientes preguntas.
Preguntas que debemos hacernos para encontrar nuestro Ikigai
- ¿Qué amo hacer?
- ¿En qué soy bueno?
- ¿Lo necesita la gente?
- ¿Podré generar ingresos con ello?
Una vez hagan este ejercicio individual a conciencia, empiecen a hacer el balance entre lo que respondieron y lo que es su vida actual. Si lo que hacen está relacionado con lo que respondieron perfecto, están encaminados hacia su Ikigai. Ahora bien, si es al contrario, deberán empezar a moldear su vida de acuerdo a lo que respondieron. Es un ejercicio que podría parecer tonto, pero no lo es. A mí me ayudó a aclarar mis metas, sueños y objetivos de vida.
Encontrar la razón de la vida es el camino de la felicidad para los japoneses; sin embargo, para nosotros también puede ser así. Conocer nuestro Ikigai nos dará la energía necesaria para levantarnos cada mañana, nos acercará a nuestros objetivos y nos permitirá vivir en armonía y gratitud. Así que parceros ¿qué esperan para encontrar su propósito de vida?
El Ikigai es diferente a la pasión
Cuántas veces no hemos escuchado en conferencias, videos y mentorias esa frase que dice: «encuentra tu pasión y nunca más tendrás que volver a trabajar». ¿Cierto que la hemos escuchado mucho parceros? pues déjenme decirles que no estoy de acuerdo con ella.
Cuando uno encuentra su pasión está recorriendo un camino de una sola vía: la individual. Sin embargo, lo que el Ikigai nos dice es que nuestro propósito de vida está fuertemente ligado a los demás, a los otros. La felicidad no es individual.
Uno puede ser feliz en le medida en que su entorno es feliz. Ojo que acá no estoy diciendo que la felicidad «dependa» de los demás. Lo que estoy diciendo es que construir lazos, puentes, y puntos en común entre mi pasión y la de los demás es un elemento esencial para vivir felices. ¿Qué sentido tiene ser feliz uno y los demás por ahí bien tristes? Así no es parceros, el Ikigai tiene un componente social muy fuerte y por eso se pregunta por aquello que el mundo necesita y uno puede aportarle. Esa es la segunda gran enseñanza del Ikigai muchachones:
La felicidad está fuertemente ligada a los demás.
Trabajen en sus pasiones, pero sean conscientes de las personas que tienen a su alrededor, miren cómo pueden ayudarlas a crecer y a hacer sus sueños realidad. Esa ha sido mi gran misión en la vida desde hace ya mucho tiempo parceros y por eso todo mi conocimiento lo pongo a disposición de ustedes. Para que todos crezcamos juntos y hagamos realidad nuestros sueños.
10 leyes del Ikigai para vivir felices
El Ikigai como camino práctico nos enseña que la felicidad se puede encontrar en los pequeños actos, en la disciplina y en la cotidianidad. Estas 10 leyes esenciales del Ikigai que les voy a mostrar a continuación las fui recopilando a lo largo de la lectura de un libro fundamental llamado: Ikigai, los secretos de Japón para una vida larga y feliz de Héctor García y Francesc Miralles, que de paso se los recomiendo parceros, con ese libro podrán entender a fondo por qué el Ikigai es la clave de la felicidad para los japoneses, sobre todo para los mayores.
1. Mantente siempre activo, nunca te «jubiles»
Parceros, quien abandona las cosas que ama y que sabe hacer, pierde el sentido de su vida. Estos autores dicen que después de haber terminado su vida laboral «oficial» los ancianos de Japón siguen haciendo cosas de valor, ayudando y aportando utilidad a los demás.
2. Tómatelo con calma
Para el Ikigai quien camina despacio llega lejos parceros. Esta enseñanza está relacionada con la paciencia y el trabajo a largo plazo. En una sociedad que exige resultados inmediatos, tomárselo con calma puede resultar bastante efectivo.
3. La ley del 80% en la comida
Para los ancianos del Japón de la región de Okinawa la alimentación es primordial para conservar la buena salud. Por eso nos dicen que no debemos comer hasta llenarnos. Si nos atiborramos, el cuerpo nos queda pesado, vamos a tener somnolencia y solo vamos a querer dormir. Por otro lado, darse atracones puede ser un factor que provoca ansiedad y enfermedades. Para el Ikigai es fundamental el cuerpo sano y la mente sana.
4. Rodéate de buenos amigos
Para el Ikigai los amigos son el mejor antídoto contra la tristeza y las preocupaciones. Una buena charla, un consejo, y una carcajada son factores esenciales de la felicidad cotidiana. Así que muchachones, hagan más planes con sus amigos y dejen las excusas para otro momento.
5. El sedentarismo es enemigo de la felicidad
Ay parceros ome. Esto sí que es cierto. Cuando uno hace ejercicio segrega hormonas relacionadas con la felicidad. Está en armonía con su cuerpo y se mantiene activo durante el día. Los japoneses tiene la siguiente frase para referirse a este punto: «así como un vehículo necesita mantenimiento, el cuerpo, que es nuestro vehículo, necesita un poco de cuidado diario»
6. El estrés leve es bueno para la salud
A diferencia de lo que se podría pensar, para los japoneses un poco de estrés nunca viene nada mal. ¿Por qué? Porque así como el estrés excesivo puede paralizarnos, el estrés leve puede conducirnos a realizar las tareas que tenemos pendientes y a trabajar con más concentración y energía. Eso sí, que sea leve muchachones, no vayan a exagerar jeje.
7. Fluir con cada tarea
Muchachones, esta enseñanza del Ikigai sí que es valiosa ome. Fluir con cada tarea significa dar lo mejor de nosotros en cada cosa que hagamos en la vida. Por otro lado, también indica que no es bueno entregarse a varias tareas al mismo tiempo, pues nuestra energía estará muy dispersa. Una cosa a la vez bien hecha es mucho más valioso que muchas cosas al tiempo mal hechas dicen los japoneses.
8. Da las gracias
Tenemos que dar las gracias a la naturaleza que nos provee el aire y el alimento, a nuestros padres que nos dieron la vida, a nuestros amores por hacernos sentir la pasión, y a todo lo que compone el día y nos hace sentir dichosos de estar vivos. Según el Ikigai debemos dedicar unos minutos del día a dar las gracias por lo que tenemos parceros. Esta actitud de agradecimiento aumentará nuestro caudal de felicidad.
9. Reconectar con la naturaleza
De la naturaleza venimos y a la naturaleza debemos volver dicen los japoneses. Así sea una vez por semana parceros. Desconectarnos del humo y del ruido de la ciudad y fundirnos en la paz y la tranquilidad de un paraje natural. La naturaleza siempre recarga y nos llena de buena energía para enfrentar nuestros retos y tareas cotidianas. Incluyan a la naturaleza en su vida y verán cómo los niveles de estrés, ansiedad, angustia, y tristeza empiezan a rebajar.
10. Sigue tu Ikigai
El punto que cierra estas 10 leyes no podría ser otro que seguir nuestro Ikigai parceros. Esto no quiere decir otra cosa más que vivir de acuerdo a nuestro propósito de vida. Sin traicionar nuestro espíritu y nuestras convicciones. El Ikigai es la clave de la felicidad y también es un camino de ética y respeto hacia nosotros mismos.
Muchachones, este concepto es poderoso y les puede cambiar la vida sustancialmente. A mí me la cambió y después de que encontré mi Ikigai no volví a ser el mismo. Hagan el ejercicio, reflexionen sobre quiénes son ustedes mismos, sobre sus convicciones, sueños, metas y propósitos de vida.
No vivan en piloto automático muchachones, yendo para donde los lleve el viento. Encuentren su Ikgai y hagan valer su posición y visión de vida. Que nadie les arrebate sus sueños parceros. Nacimos para ser felices y hoy es un buen día para reconocerlo. Somos creadores de nuestro propio destino y de nuestra felicidad.
Hoy, mañana y siempre recuerden lo valiosos que son ustedes muchachones. Yo lo creo y espero que ustedes también. Vamos todos a conocer nuestro Ikigai porque es la clave de la felicidad.
Se les quiere parceritos.
Daniel Tirado / #NomadaDigital
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