Hola parceros, como sé que muchos de ustedes tienen hijos y sobrinos pequeños, es momento de hablar de finanzas para niños.
Pero bueno, antes de empezar díganme cómo les está yendo con la administración de sus finanzas ome, ¿sí están juiciosos aplicando las cositas que hemos visto en el reto FINANZASX21? Eso espero.
Para iniciar el reto haz click aquí
Eso es importante porque lo que más enseña es el ejemplo, así que, si ustedes quieren que sus hijos sean juiciosos con sus finanzas, por encima de cualquier metodología o teoría para educarlos financieramente, deben ser coherentes con su vida.
Finanzas para niños, por dónde empezar
En este tiempo de confinamiento es posible que ustedes pasen muchas horas del día con sus hijos, entonces me puse a pensar en por qué no aprovechar esa cercanía y esas ganas de ustedes de mejorar sus finanzas para transmitirles a ellos consejitos para que no tengan que sufrir como nos tocó a nosotros ome.
De paso, así ustedes aprenden más rápido porque la mejorar forma de adquirir nuevo conocimiento es cuando uno está en plan de profesor, o sino díganmelo a mí que a cada rato ando buscando información y actualizándome para hablarles a ustedes de temas reales y oportunos para sus vidas.
Entonces qué, ¿se le miden a enseñarles a los pelados a manejar bien sus finanzas? Así, cuando estén más grandecitos y bien platudos se acuerden del tío o de los papás y los ponen a vivir a cuerpo de rey… Bueno, eso sí, si es que ustedes no se vuelven unos tesos primero.
Y es que parceros, la educación financiera no es solo para uno hacer plata y listo; va mucho más allá. Si desde pequeños todos supiéramos administrar bien nuestro dinero seríamos capaces de tomar decisiones más inteligentes y tendríamos una sociedad más equitativa y desarrollada.
Uuuyy, Danny, yo necesito esas clases de finanzas para niños, pero para mí
Jejejjeje, sé que más de uno estará pensando lo mismo: “a duras penas sé yo de finanzas para ahora enseñarle finanzas a mi hijo”. Pero bueno parceros, para esto está este artículo, calma calma, ome.
Las fianzas, tanto para niños como para adultos, implica saber cómo administrar el dinero, los activos, la banca, las inversiones, el crédito, los seguros, los impuestos y aprovechar ese conocimiento para planificar, implementar y tomar decisiones conscientes.
La idea no es volverlos unos banqueros de Wall Street, pero sí que se vayan familiarizando con algunos de aspectos básicos, como, por ejemplo:
Gestión de dinero: cuéntenles qué es un verraco presupuesto, para qué les sirve, cómo lo deben realizar; hablen de las metas financieras y de la importancia del ahorro para poder alcanzarlas.
Servicios financieros: decirles quiénes son los bancos, las cooperativas y las entidades financieras; para qué existen, qué servicios prestan, cómo pueden convertirlos en sus aliados.
Cómo negociar: desarrollen en ellos habilidades de comunicación que les van a servir para todo en la vida; saber escuchar, saber cómo expresar bien sus ideas y cómo desarrollar argumentos sólidos para convencer; ser capaces de ceder o de insistir cuando así lo amerite la ocasión.
Cómo ganar dinero: háblenles sobre las diversas formas que existen para ganar dinero y díganles que lo ideal es no depender de una sola. Parceros, pongan sobre la mesa el tema del emprendimiento, y si ustedes están en ese camino, pues enséñenles cositas para que esa chispa se vaya encendiendo desde pequeñitos.
Plan de carrera: parceros, ese tema de elegir la carrera a la que, se supone, uno se va a dedicar toda la vida cuando apenas tiene 16 o 18 añitos me parece toda una irresponsabilidad, ¿no creen? Uno apenas está conociendo el mundo y zuácate, se mete cinco años a una cosa que después gústele o no, tendrá que dedicarse toda la hijuepucha vida ome.
Es necesario hablar con sus hijos de la importancia de establecer metas profesionales que no tienen que estar necesariamente vinculadas a la universidad, pero sí que piensen en su futuro, en lo que les gustaría hacer y hablarles un poco más de lo que significa tomar esa decisión tan trascendental.
Eso sí parceros, nada de imponerles sus gustos o lo que ustedes creen que deberían ser “cuando grandes”. Yo, como ustedes saben, no estudié una carrera profesional y desde ya estoy metiendo a mi hijo Orión en el mundo de las redes sociales y el mundo digital desarrollando su marca personal, pero si mañana el pelado me sale con que quiere seguir una carrera profesional tradicional, pues tendré que dejarlo decidir libremente, así no esté acorde con lo que yo sueño para él (aaaaayyy, ojalá que no me vaya a salir con esas).
Gratificación retardada: si esto es un poquitiiicoo difícil en los adultos, sé que no será fácil con los niños, pero es fundamental enseñarles la importancia de sacrificar los placeres momentáneos a cambio de una recompensa mayor. Parceros, miren que todo esto aplica para la vida en general, no solo para sus finanzas.
Menchito, pero cómo hablarles de finanzas sin que sea aburrido
Desarrollar en los pelados estas habilidades que pueden aplicar en su vida diaria les ayuda a sentirse empoderados, a comprender desde pequeños que pueden mejorar sus condiciones de vida, que pueden tomar control de sus decisiones, ejercer sus derechos, asumir sus responsabilidades y tener la capacidad de aprovechar las oportunidades que la vida les da.
Parceros, eso sí, recordarles que tener más dinero no hace que una persona sea mejor que otra, ni que el único propósito de su vida debe ser este. Que aprendan a usarlo como la herramienta para tener acceso a más y mejores oportunidades, pero que no pueden volverse su esclavo, la idea es ganar libertad gracias a él, no perderla.
Si ustedes quieren sembrar esta semilla en sus hijos, pueden seguir algunas pautas que, no las recomiendo yo, las recomiendan expertos que se han dedicado gran parte de su vida a trabajarle al tema. Entonces, empecemos:
Predicar con el ejemplo
Si ustedes se ponen a pensar, muchas de las mañas, taras o bloqueos que tenemos frente al dinero son fruto de lo que les escuchamos decir a nuestros padres, por eso, es fundamental que ustedes sean conscientes de que lo que digan o hagan influirá, para bien o para mal, en el comportamiento de sus hijos.
Cuando uno es pelado a lo que menos le hace caso es a lo que digan los papás, díganme si esto no es así, no se las vengan a dar de angelitos, parceros que yo me los conozco… Pero uno sí recuerda lo que ellos hacían y después, cuando crecemos, terminamos imitándolos porque cuando uno es niño graba más fácil lo que ve, que la cantaleta que le echan.
Así, igualitos, son sus hijos. Entonces ustedes deben ser ejemplo de los comportamientos financieros saludables como no comprar de forma compulsiva, establecer prioridades, manejar un presupuesto, comprar solo lo que pueden pagar, tener un ahorro y todo eso de lo que ya hemos hablado antes… ¿Qué responsabilidad más verraca, no?
Que el dinero haga parte de la conversación familiar
Cuando uno es niño hay algunos temas que son vetados, como el sexo, o de los que simplemente nuestros padres no nos hablan porque creen que somos muy pequeños para entenderlos, como el dinero.
A cuántos de ustedes no les ha pasado que cuando les dicen a sus hijos que no tiene plata les responden que por qué no van a un cajero y sacan más… claro, para ellos es fácil porque nos ven sacar plata de una máquina, pero no saben qué hay detrás de esa máquina y de esos billetes que retiramos.
Pues parceros, esta es una oportunidad ideal para responderles a conciencia y explicarles que solo podemos sacar de la “caja mágica” el dinero que tenemos guardado en el banco y que cada vez que retiramos, el billete se va acabando hasta que ¡pum!!!, no queda más para gastar.
Cómo se consigue el billete
Parceros, cuéntenles de dónde sale la plata que ustedes tienen y qué hacen para ganárselo para que ellos empiecen a entender el intercambio que hay al prestar un servicio o entregar un producto.
Una recomendación que hacen los que saben para que los niños empiecen a incursionar en este mundo, es implementar un pago por diferentes trabajos o actividades que hagan en la casa, no necesariamente pagarles por lo que deben hacer por pura y física responsabilidad como es tender la cama, lavar los platos, ayudar con el orden, etc., pero sí pueden establecer tareas adicionales que les pueden generar alguna ganancia.
Parceros, que quede claro que el propósito de este pago no es solo que los pelados aprendan a ganarse la plata, sino que sepan cómo gestionarla y administrarla, que aprendan que el dinero no es ilimitado, que hay que priorizar en qué se gasta y, de ser necesario, ahorrar para alcanzar los objetivos.
Aunque en los colegios está prohibido, bueno, por lo menos en mi época era así, pueden motivarlos a empezar su propio negocio, que vendan chicles, papitas, helados, tarjetas, camisetas, no sé, alguna cosa que los impulse a ganar su propio dinero y los empiece a acercar al emprendimiento.
Y si los pelados son más grandes, empiecen a darles la plata de la mesada o de la lonchera, no sé cómo les digan ustedes, y explíquenles qué responsabilidades asumen al recibir ese dinero. Así los verracos aprenderán a administrarlo bien porque saben que si se lo gastan el primer día, quedan paila el resto de la semana.
De esta forma empiezan administrarlo y a planificar cómo invertirlo para no quedarse sin nada al final de la quincena… como les suele pasar a muchos. Eso sí, ustedes como padres deben mantenerse firmes y no caer antes las lágrimas y lamentos de sus hijos cuando se la gasten antes de tiempo.
Alimentar al marranito
Y este sí que es un regalazo que pueden darles a sus hijos ome, enseñarles a ahorrar. No se imaginan el favor que les hacen y los dolores de cabeza que les pueden ahorrar parceros.
Consigan un marranito o una alcancía cualquiera, pueden comprar una sencilla y motivar a sus hijos a que la decoren, la personalicen, la bauticen, eso sí, que no se vayan a encariñar mucho para que no sufran cuando llegue la hora de pegarle su martillazo.
No les compren todo lo que les pidan. Aprovechen todos esos antojos que tienen sus hijos para invitarlos a ahorrar hasta acumular el dinero que necesitan para que sean ellos mismos quienes compren el juguete deseado, de esta forma les ayudan a controlar sus impulsos y a desarrollar el autocontrol, algo que les va a servir muuucho en la vida.
Si ellos establecen sus propios objetivos es más fácil que se sientan motivados. Ojalá que los pongan por escrito y que hagan un plan de ahorro, saber cuánto deben guardar de la mesada o qué deben hacer para obtener ingresos adicionales. Si son muy peques, díganles que hagan un dibujo de aquello que quieren y pónganlo al lado de la alcancía, en un lugar visible, es decir, una especie de minimapa de los sueños.
Parceros, la idea es que empiecen por metas pequeñas que puedan alcanzar en pocas semanas para que se sientan motivados y vean materializado el esfuerzo que han hecho.
Comprar de forma inteligente
Motivarlos a ahorrar para comprar lo que quieren sirve también para enseñarles a gastar muy bien su dinero. Que aprendan a comparar precios, productos, a identificar si vale la pena pagar lo que cuesta el juguete, buscar otras alternativas y reconocer el valor de los objetos, que identifiquen entre una necesidad y un antojo, en pocas palabras, que empiecen a tomar decisiones informadas y no impulsivas.
Hablarles de inversión
Parceros, a los pelados es bueno empezar a meterlos en el mundo de la inversión que, como ya se han dado cuenta ustedes, es uno de los temas más importantes de las finanzas personales.
Muéstrenles las diversas formas que tienen que hacerlo, háblenles de qué significa rentabilidad y riesgo. En internet pueden encontrar simuladores de inversión y juegos que ayudan a entender el funcionamiento básico del mercado de valores.
Parceros, ustedes no imaginan lo que van a ayudar a sus hijos con todo esto. Además, porque las habilidades que se necesitan para manejar el dinero de forma inteligente (dedicación, alcance de metas, autocontrol, análisis, proyección) sirven para aplicarlas en diferentes escenarios de la vida.
Esto es tan importante, que hasta Unicef tiene un programa de educación social y financiera para niños porque se dio cuenta de que fortalece su autoestima, mejora su seguridad y, entre otros aspectos, los hace más conscientes del papel que juegan en la sociedad.
Entonces, parceros, denle ese regalazo a sus hijos. Esos pelados son unos aviones y captan todo con una velocidad envidiable. Empiecen con este y me cuentan cómo les va.
Un abrazo. Se les quiere.
Daniel Tirado / #NomadaDigital
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