
¿Emprender o ser empleado? He ahí la cuestión parceros. Estoy seguro de que esta pregunta se la repiten día a día cientos de empleados al rededor del mundo que no están satisfechos con sus trabajos. Porque pensemos algo. El empleado se puede convertir en emprendedor, pero ¿será que el emprendedor vuelve a ser empleado? ¿Ustedes qué dicen? Yo digo que no. Una vez decides ser emprendedor no hay camino de retorno. Quizá ese sea el motivo por el que a muchas personas les da miedo tomar la decisión.
Hace algunos días mientras buscaba algo en internet me topé con una imagen que decía lo siguiente:
«La estafa más grande: La edad de retiro es a los 67 años.
¿Trabajar casi 50 años solo para tener 11 años de libertad?
Normalmente las personas mueren a los 78 años«
Y yo no sé muchachones a qué edad normalmente mueran las personas, pero leer esto me hizo reflexionar mucho para escribir esta entrada del blog. ¿Por qué pasamos la mayor parte de nuestras vidas trabajando para que otros construyan sus sueños? ¿Acaso no es extraño eso? Por otra parte, esta clásica discusión de emprender o ser empleado ya no se zanja con la respuesta fácil de que los emprendedores ganan dinero y los empleados no. Muy bien sabemos todos que tener un buen empleo puede ser una fuente de ingresos bastante alta. Ahora bien, ¿los emprendedores realmente emprenden con el único objetivo de llenar de dinero sus bolsillos? Yo diría que no porque ese ha sido mi caso. Yo definiría el sentido de emprender en una frase bastante concisa: ganarnos la vida de manera independiente haciendo algo que nos gusta y apasiona.
Los cambios en el mundo laboral
Parceros hace 70 años hacer carrera en una empresa era el mayor logro que las personas podían alcanzar en su vida. Sin embargo, los tiempos eran diferentes. Había buenos sueldos, estabilidad, y garantía en el acceso a la seguridad social. Este modelo de vida estable maduró en la segunda mitad del siglo XX bajo los Estados de bienestar que construyeron Estados Unidos y Europa. Acá en Colombia nuestros padres lograron vivir algo de ese movimiento e hicieron carrera en empresas de las que finalmente se jubilaron. Evidentemente las edades de jubilación eran más bajas y la vida era menos costosa.
Con el paso del tiempo el panorama ha cambiado muchachones. Las edades de jubilación son inalcanzables, la vida es más costosa, y el mundo es más competitivo. Ahora para lograr un sueldo de dos o tres millones en una empresa hay que tener como mínimo una maestría. ¿O no es así? Tener un título ya no es garantía de conseguir un empleo y mucho menos de recibir un pago acorde a las competencias profesionales.
Pero parceros, no todo ha sido malo. Con el desarrollo de un mundo globalizado e interconectado a través de internet las oportunidades que ha abierto el mercado son muchas. Internet nos ha permitido generar ingresos de formas que hace 40 años parecían imposibles. Podemos ser freelancers, ganar dinero con el marketing de afiliados, abrir una tienda de Ecommerce, volvernos infoemprendedores y una cantidad de cosas que les he venido enseñando en este blog a lo largo del tiempo. No nos podemos cerrar a las posibilidades parceros porque ser empleados ya no es la única forma que tenemos de ganarnos la vida. Y ahora menos, con las cifras de desempleo tan altas que está dejando el Coronavirus.
La pasión: el gran diferencial entre emprender o ser empleado

No me malinterpreten muchachones, no estoy diciendo que los emprendedores tengan mucha pasión y los empleados no. Estoy seguro de que hay muchos empleados apasionados que aman su trabajo y que no lo cambiarían por nada del mundo. Ahí precisamente es donde está la diferencia. La pasión de un emprendedor es distinta a la de un empleado. Mientras los empleados se apasionan por sacar adelante una empresa o proyecto que no es de ellos, los emprendedores se apasionan por sacar adelante su propia empresa.
Estar apasionado por empresas de otros no está mal. Inclusive, aquellos empleados que tienen un gran sentido de pertenencia son los que han sacado adelante a las compañías más exitosas del mundo. Yo tengo muy claro que no todas las personas tienen mentalidad emprendedora y que no a todos les gustaría cargar con la responsabilidad de crear empresa, generar empleos, tomar riesgos, y trabajar más duro que el promedio. En contraposición a la pasión del empleado, la pasión del emprendedor le dicta que mientras invierte tiempo en los proyectos de otros podría invertirlo en los suyos propios.
En el fondo, la pasión del empleado tiene que ver con la seguridad: desempeñar la carrera que estudió y lograr una estabilidad con su profesión. Por el contrario, la pasión del emprendedor tiene que ver con el riesgo. Un empleado toma algunos riesgos a lo largo de su carrera. Un emprendedor simplemente vive con el riesgo. Es esa decisión de aventurarse a lo que desconoce lo que lleva al emprendedor a terrenos totalmente alejados de su zona de confort. El empleado negocia su libertad por la estabilidad. El emprendedor asume el riesgo sin perder su libertad. Eso sí, el riesgo implica que puede fracasar. Esa es la gran apuesta que hace el emprendedor.
Thinking outside the box

Parceros, les confieso que a mí la palabra «Zona de confort» casi no me gusta. Todos en algún momento hemos estado en ella y volvemos a ella constantemente. Pero un término que sí me encanta y que transmite algo parecido a «Zona de confort» es Thinking outside the box o en español, Pensar fuera de la caja. ¿Lo habían escuchado? Pensar fuera de la caja es no dar nada por sentado. Mirar más allá de nuestras narices. Saber detectar oportunidades de éxito. Pensar diferente a como piensa la mayoría en nuestro contexto. Romper los paradigmas de nuestra realidad u origen social. Cuando pensamos fuera de la caja empezamos a ver las cosas con más claridad. Este ejercicio supone, como ya les dije, pensar diferente a como piensa la mayoría. ¿Y saben quién tiene que estar constantemente pensando fuera de la caja? Eureka parceros: los emprendedores. Por esa razón, pensar fuera de la caja los lleva a tomar riesgos que otros no tomarían. Y esos riesgos, respectivamente, los llevan a desarrollar una habilidad que muy pocas personas logran desarrollar a lo largo de su vida. Esa habilidad se llama: tolerancia al fracaso.
Tolerancia al fracaso: la gran enseñanza de los emprendedores
Cuando un emprendedor decide lanzarse a la aventura de emprender está pensando por fuera de la caja. Está pensando fuera de las convenciones sociales que le indican que debe tener un trabajo, estabilidad laboral, y cumplir un horario. Sin embargo, tomar la decisión de emprender es asumir un riesgo que muchos no están dispuestos a asumir. Emprender no es como ir a la oficina 8 horas al día 6 días a la semana.
Muchas veces los emprendedores se sienten perdidos, con temor, y con una sensación constante de no estar haciendo lo correcto, de estar fracasando. Lo digo porque yo lo he sentido parceros y no es una sensación que todo el mundo pueda soportar. Yo no les voy a mentir: emprender es complejo y requiere disciplina, poder mental, y tolerancia al fracaso. No obstante, una vez empezamos a cosechar los frutos de nuestro sacrificio ya nada vuelve a ser igual.
Cuando nuestro emprendimiento tiene éxito parceros se siente como tener super poderes. Nos damos cuenta de cuánto valió la pena haberlo intentando a pesar de los miedos y temores. Es esa la pasión del emprendedor muchachones. Una pasión fuerte por vivir y por no conformarse con lo que la sociedad, su contexto, y su origen social le exigen que haga. El emprendedor es un alma libre que prefiere sacrificarse unos cuantos años para vivir una vida acorde a sus modos de pensar, sentir y entender el mundo. Los emprendedores le tenemos miedo al fracaso, pero lo vencemos. El miedo al fracaso no nos inmoviliza. Y esa tolerancia al fracaso nos vuelve inquebrantables.
¿Emprender o ser empleado? He ahí la cuestión.

Habiendo dicho que la pasión del empleado y la pasión del emprendedor son diferentes ¿qué creen ustedes que es mejor? Como a mí parecer cada opción tiene sus ventajas y desventajas vamos a analizarlas en detalle para que ustedes mismos hagan sus propios análisis parceros. ¿Les parece?
Ventajas de ser empleado
Un empleado toma riesgos diferentes:
No es que un empleado no tome riesgos muchachones, pero son muy diferentes de los que toma un emprendedor. Por lo general estos riesgos están soportados por un equipo de trabajo y por un jefe que llegado el caso puede minimizar el impacto de esos riesgos.
Los problemas están soportados por un equipo de trabajo:
Cuando un empleado tiene problemas en la oficina suele recurrir a su equipo de trabajo para llegar a una solución conjunta. El empleado no resuelve problemas solo. El emprendedor tampoco, pero a diferencia del empleado, el emprendedor tiene la necesidad de crear la solución. No la puede hablar con sus jefes porque no tiene jefes.
Rutina y estabilidad:
Para muchas personas la rutina puede ser una desventaja, sin embargo, hay personas que disfrutan con la seguridad que la misma les brinda. Saber que van todos los días a la oficina a las 8 de la mañana y que cada quince días van a recibir un sueldo es bastante tranquilizante. Y mucho más si su salario es independiente del rendimiento de la empresa.
Ingresos regulares:
A no ser de que a un empleado le hagan un aumento, sus ingresos siempre van a ser regulares. Pase lo que pase con la empresa. Hayan vendido ese día o no. El día de trabajo de un empleado vale lo mismo así la empresa tenga un éxito o un fracaso. Por eso el empleado firma un contrato donde estipula el valor que le van a pagar. Tener ingresos regulares es el dolor de cabeza de muchos emprendedores cuando empiezan. Por esta misma razón muchas personas dudan a la hora de tomar la decisión de aventurarse a emprender.
Posibilidad de hacer carrera:
Cuando un empleado se convierte en una ficha clave del destino de una empresa y tiene sentido de pertenencia por su trabajo, puede convertir su trabajo en su proyecto de vida. Puede, inclusive, ir escalando en la jerarquía hasta llegar a ocupar puestos directivos o volverse socio. Esta opción de hacer carrera por muchos años en una empresa también supone la posibilidad de alcanzar una buena jubilación y hasta asegurar el futuro laboral de sus hijos.
Desventajas de ser empleado
Sensación de estancamiento:
Parceros, esta es una de las razones por las que muchos empleados deciden emprender o cambiar de trabajo. Las estructuras en las empresas suelen ser tan cerradas que brindan poca posibilidad de movilidad. Las metas de la empresa no se corresponden con las metas del empleado y, en la mayoría de los casos, el puesto que desempeña está infravalorado respecto a sus capacidades y aptitudes.
Ingresos bajos:
A pesar de que tener un un ingreso estable es decisivo al momento de decidirse por emprender o ser empleado, muchos empleados sienten que no reciben el suficiente pago por lo que hacen. En consecuencia, deciden cambiar de trabajo o emprender su propio negocio.
Conformismo
La rutina no siempre es beneficiosa para los empleados. La misma los puede absorber a tal punto que simplemente empiezan a pensar que no pueden mejorar sus condiciones de vida y que no podrían hacer otra cosa distinta al trabajo que realizan.
Pérdida de libertad
Uno de los rasgos más característicos del empleado es que su tiempo le pertenece a otro. Un empleado debe cumplir con su horario de trabajo porque así lo estipula su contrato. En caso de incumplirlo correrá el riesgo de perder su empleo. Por otra parte, un empleado suele trabajar todo el año a cambio de unas cortas vacaciones de 10 o 15 días. Su tiempo está supeditado a sus obligaciones contractuales y vive su vida en relación al tiempo que su empresa le compra por su trabajo.
Ventajas de ser emprendedor
Libertad / dueños de nuestro propio tiempo:

A la hora de decidirse por emprender o ser empleado la libertad juega un papel determinante en la decisión final que tomemos. Muchachones, como les dijo anteriormente, los empleados cambian su libertad por estabilidad. En contraposición, los emprendedores asumen riesgos para obtener la libertad. Esto no quiere decir que el emprendedor no deba trabajar duro, es más, muchas veces trabaja más duro que un empleado. No obstante, estos años de sacrificio se recompensarán con la libertad en el futuro. Cuando un emprendedor logra estabilizar y apalancar su negocio podrá manejar sus tiempos sin la urgencia de tener que seguir una rutina.
Hacer lo que nos gusta:
A pesar de que un emprendimiento requiere un trabajo muchas veces extenuante, este sacrificio no se verá como tal, pues el emprendedor se estará dedicando a lo que le gusta. Este aspecto le brindará un margen de libertad y vitalidad que pocas veces uno llega a sentir trabajando para otros.
Tolerancia al fracaso
«Salta, ya aparecerá el piso» Así reza un sabio poema Navajo que yo siempre he usado como un mantra en mi vida. Emprender es tomar riesgos parceros, y cuando uno toma un riesgo aprende doblemente: si fracasa se lleva una enseñanza y si triunfa también. El gran fracaso en la vida de todo ser humano es nunca intentarlo, dejarse inmovilizar por el miedo. Afortunadamente, los emprendedores estamos bien entrenaditos en cuanto a miedos y fracasos se refiere. Y es una gran ventaja porque el miedo al fracaso no nos paraliza sino que antes nos da más fuerzas para intentarlo las veces que sea necesario.
Capacidad de ahorro:
Para algunos empleados se hace difícil tener una verdadera capacidad de ahorro solo con el ingreso de sus sueldos. Recordemos que el salario es un activo y que si no trabajamos no nos pagan. En ese sentido, el emprendedor que genera ingresos pasivos tendrá la libertad de hacer otras inversiones, pues los pasivos le generan dinero mientras duerme. Por tal motivo, un emprendedor que sepa aprovechar las oportunidades y sea disciplinado con sus finanzas tendrá una capacidad de ahorro mucho mayor a la de un empleado.
Romper las reglas sin ser despedidos
Una de las características principales de Pensar fuera de la caja tiene que ver con hacer las cosas diferentes. Como diría el gran genio creativo David Ogilvy, las reglas hay que conocerlas para romperlas con estilo. Si eres un empleado y rompes las reglas corres el riesgo de que te despidan. Un emprendedor, por el contrario, tiene la necesidad de romper las reglas para innovar con su marca, producto o servicio.
No tienes jefe
Este puede parecer uno de los tópicos más cliché de ser emprendedor, pero no tener jefe conlleva una gran responsabilidad. Eres tú y solo tú el que debe tomar las decisiones de tu negocio. Las decisiones importantes las tomas tú y nadie te dirá qué debes hacer.
Desventajas de ser emprendedor
No tienes ingresos fijos (al menos al principio):
No tener ingresos fijos suele ser un gran problema para los emprendedores en ciernes. Y no es para menos, todos corremos con la obligación de cubrir gatos mensuales que no dan espera. Sin embargo, con organización, disciplina, y constancia los emprendimientos alzan el vuelo. En menos tiempo de lo que te imaginas esto dejará de ser un problema para convertirse en una enseñanza más del proceso de emprender.
No hay una hoja de ruta definida
Como empleados nosotros disponemos de un equipo de trabajo con el que ya hemos definido una hoja de ruta clara de acuerdo a los objetivos de la empresa. Por otro lado, cuando eres nuevo, un integrante de ese equipo se encargará de explicarte tus funciones, tareas y, en el mejor de los casos, pondrán a tu disposición un equipo de empalme. En contraposición a esto, un emprendedor carece de manual de instrucciones. Su única y mayor fuente de aprendizaje son sus tropiezos y equivocaciones diarias.
Mayor responsabilidad
Si decidimos emprender e invertimos una buena cantidad de dinero en nuestro proyecto, debemos saber que nuestra responsabilidad es mayor que la que tiene un empleado. De nosotros y solo de nosotros depende cuánta rentabilidad le saquemos a dicha inversión. Por esa razón, un emprendedor suele tener mayor estrés que un empleado al saber que todo depende exclusivamente de su responsabilidad. Probablemente solo dispongamos de un equipo de trabajo cuando nuestra inversión se duplique y mientras eso pasa tendremos que apañarnos por nuestros propios medios. El riesgo al fracaso siempre está latente y las responsabilidades a la orden del día.
Trabajo extra

Algunos empleados suelen quedarse trabajando horas extras en sus oficina cuando cierran el mes o cuando la productividad aumenta. No obstante, esas horas extras son pagas y se verán reflejadas en el volante de nómina de la respectiva quincena. A diferencia de los empleados, un emprendedor tendrá horario extendido durante mucho tiempo. Tendrá que trabajar horas extras que nadie le va a pagar y dedicarse en cuerpo y alma a su proyecto. Si creen que emprender no implica sacrificios están en un error parceros. En consecuencia, este trabajo extra puede acarrearle al emprendedor problemas familiares y afectivos, ya que el tiempo que pueda pasar en familia se verá reducido considerablemente.
Ahora que han visto en detalle las ventajas y desventajas de emprender o ser empleado ¿con cuál se quedan? Ser empleados no es fácil parceros y ser emprendedor mucho menos. Evalúen muy bien sus habilidades, aptitudes, metas y objetivos de vida antes de tomar una decisión. No todos nacieron para ser empleados y no todos nacieron para ser emprendedores. ¿Qué camino les gusta más?
Se les quiere parceros.
Daniel Tirado / #BeachMoney
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