Aaaaayyy mis parceritos del alma, tomen nota de estos 6 pilares de la autoestima porque sí que los necesitamos, ¡cómo nos cuesta querernos ome! Qué frágil es el amor que sentimos por nosotros mismos y, al mismo tiempo, qué necesario y trascendental es para nuestra salud física, mental y emocional.
Yo creo que nunca me cansaré de hablar sobre este tema porque para mí es la base de una vida feliz, con todo lo que ustedes saben qué significa la felicidad para mí.
Lo bueno parceros es que hay mucha gente estudiando la mente humana, sus emociones, sus problemas y eso ha permitido contar con teorías o herramientas que nos ayudan a ver la luz al final del camino.
Por ejemplo, los 6 pilares de la autoestima son de Nathaniel Branden, un psicoterapeuta canadiense y uno de los precursores de los estudios y el análisis de la autoestima.
El parcero escribió artículos y más de 20 libros sobre ética, filosofía, política y, por supuesto, sobre autoestima, entre ellos, el que lleva el nombre de esta entrada y del que les quiero hablar hoy.
Cuáles son los 6 pilares de la autoestima
En su libro Los seis pilares de la autoestima el parcero demuestra que casi todos los verracos problemas psicológicos, desde la ansiedad hasta la depresión, pueden tener su origen en una baja autoestima. Pero bueno, eso creo que ya muchos lo tenemos bien claro, la gran pregunta es cómo carajos hace uno para tener una autoestima alta ome.
Tranquilos, lo bueno es que este señor responde a esa gran pregunta y muestra cómo podemos tener mayor conciencia de nosotros mismos. Precisamente lo hace a través de estos 6 pilares de la autoestima.
Porque parceros, cuando sentimos que no valemos dejamos pasar personas y oportunidades importantes en la vida porque creemos que no tenemos la capacidad de asumirlas, que no estamos preparados o que debemos estar solos toda la vida porque no merecemos ser amados.
En fin, tantas cosas que nos dispara nuestra cabeza y que tienen que ver con esas falsas creencias que están arraigadas desde nuestra infancia y que con el paso del tiempo lo que hacemos es buscar motivos y situaciones que las refuercen. O díganme si no es así parceros.
A cada rato nos decimos “no soy capaz”, “no puedo”, “no soy tan bueno como la gente cree”. Nos lo repetimos tantas veces que claro, cuando voy a presentarle a mi jefe una propuesta, estoy muerto del miedo y en mi cabeza me dan vueltas mil hijuepuchas frases basura una y otra vez. Entonces, el cuerpo responde y qué pasa, pues que efectivamente me conecto con mis miedos, me paralizo, olvido todo, no soy capaz de hablar y así reafirmo, una vez más, que tenía razón, ¡que no soy capaz!!
Y esto se refleja en todo, en el colegio, en la universidad, en las relaciones que construimos, en el trabajo, en la familia, en la pareja, en todo.
Danny, eso de los 6 pilares suena a pura carreta de autoayuda
Pues parcero, qué comes que adivinas ome. Este en definitiva sí es un libro de autoayuda, pero no estoy de acuerdo contigo en que sea carreta. Me haces acordar de un amigo que todo el tiempo se burlaba de los libros de autoayuda porque para él eran “basura”.
Se quejaba de que solo repetían frases de cajón sin sentido. Que lo que aconsejaban no tenía ningún fundamento y simplemente decían de lo que la gente quería escuchar.
El parcero era un gran lector, pero estas temáticas no estaban a la altura de su “nivel intelectual”, jejejje. Y sé que no es el único que piensa esto. Es más, parece como si parte del ritual de ingreso al mundo de la intelectualidad sea menospreciar la autoayuda.
Dejemos de generalizar y abrámonos a nuevas alternativas
Pues parceros, resulta que sí y no. Con esto caemos en el problema de siempre: generalizar e irnos a los extremos. Decimos que todos los hombres son iguales; que todos los jóvenes de ahora son unos vagos que no quieren hacer nada; que todas las mujeres sueñan con casarse y tener hijos, etc., etc.
Como en todo en la vida, por el hecho de tener un rótulo no significa que se compartan los mismos defectos y ni las mismas cualidades de los que se hacen llamar igual. Lo mismo podría decirse de la literatura: alguien se lee un libro malo y dice que todas las novelas literarias son basura.
El caso parceros es que a mi amigo le llegó su desprecio a la autoayuda hasta que cayó en la tusa más verraca de la vida. Estaba en la inmunda y un terapeuta le recomendó un libro que el parcero que se leyó, obviamente, a regañadientes.
Y a que no adivinan, o sí, sí adivinan. ¡Exacto! Sí señores y señoras, resulta que el librito le sirvió. Le abrió los ojos, le ayudó a transitar el proceso por el que estaba atravesando. Le permitió reconocer que las razones de su dolor iban mucho más allá de la ruptura que lo llevó a leerse su primer librito “basura”.
Menchito, pero es que uno se encuentra con unas bobadas
Y sí, en la oferta de autoayuda hay “de todo como en botica”. Hay libros malos que venden humo y que prometen la felicidad eterna sin entregar fundamentos claros o soluciones reales que se puedan aplicar a la vida y lo que hacen es dejarlo a uno más frustrado.
Pero hay otros realmente útiles, profundos y basados en investigaciones de años y de la experiencia de personas que han trabajado y ayudado a otros a entender lo que piensan, lo que sienten, sus miedos y dolores.
Así que parceros, en este y en todos los temas de la vida, dejemos de generalizar. Y tranquilos, no van a dejar de ser más inteligentes por leer algo que les va a ayudar a comprenderse mejor y a salir de esos verracos problemas que de vez en cuando llegan a la vida para desequilibrarnos un poquitico nada más, jejejje.
Para abrirnos a las maravillas de la vida debemos derrumbar muchos prejuicios. Quién quita que la solución a tu dolor, a tu miedo, a tus inseguridades se encuentre en algo que hasta ahora has criticado o menospreciado… Uno nunca sabe. Ábrete a nuevos puntos de vista.
Los 6 pilares de la autoestima de Nathaniel Branden
Entonces, ahora sí, sin más preámbulos, aquí van los 6 pilares de la autoestima (casi que no ome):
Pilar 1. Vivir de manera consciente
Uuuuuuuyyyy parceritos, este pilar me encanta. Esto que el parcero dice se lo he escuchado a psicólogos, psiquiatras, coaches, guías espirituales, budistas, es decir, todos coinciden en lo mismo. Sin importar cuál sea la corriente han descubierto lo importante que es el poder del ahora.
Esto es, básicamente, tomar conciencia tanto de lo que hacemos a diario como leer este blog, cocinar, manejar, lavar platos (algo que se hace mucho por estos días de encierro, jejejje), como de lo que pasa por nuestra mente y nuestro corazón: qué pensamientos tenemos, qué decimos, cómo nos sentimos, qué nos hace reaccionar de una u otra forma.
Aquí la clave parceros es observarnos sin juzgar, justificar y sin tratar de explicar lo que ves. Es el bello ejercicio de la contemplación. Y es que muchas veces vivimos en automático. Hacemos lo que hacemos por inercia.
A veces damos opiniones sin pensar antes lo que vamos a decir, simplemente respondemos como lo hace todo el mundo y repetimos frases e ideas que nunca hemos analizado y que pueden ser destructivas o no tener valor alguno.
Consciencia de lo que tú eres realmente
Cuando comenzamos a identificar realmente qué sentimos, pensamos, qué ideas tenemos iniciamos el camino del autoconocimiento. Y es que hijuepucha, podemos tener 20, 40, 60 y 100 años y no tener ni idea de quiénes somos realmente ome, eso sí es muy doloroso parceros.
Entonces, si no sabemos qué cualidades tenemos, qué defectos, cuáles son nuestras habilidades, qué nos da miedo, lo que realmente nos gusta (no lo que nos han dicho nuestros padres, amigos, la sociedad o la pareja que nos debe gustar) y qué queremos realmente es muy difícil conocerse y quererse.
El primero de los 6 pilar de la autoestima se basa en la idea del autor de que todos tenemos más conocimiento del que creemos; más sabiduría de la que usamos; más potencial del que se evidencia en nuestro comportamiento.
Por ejemplo, la próxima vez que le tengas que hacer una presentación a tu jefe y te ataque la voz que te dice que no vas a poder, toma conciencia y analiza qué tanta verdad hay en esa afirmación o si es solo una actitud reflejo de tus nervios.
Fíjate si es una idea tuya o si fue que en algún momento de tu vida se la escuchabas repetir a tus padres y quedó sembrada en tu subconsciente. Descubre si esas creencias limitantes son reales o no.
Ejercicio:
Responde qué significa para ti trabajar conscientemente, hablar conscientemente, sentir conscientemente, criar a tus hijos conscientemente. Cuando estés con tus padres préstales verdaderamente la atención. Deja a un lado el ultravalorado multitasking o la multitarea y la próxima vez dedícate a hacer solo una actividad.
La idea es empezar por un ejercicio hasta volverlo una rutina. Por lo menos al principio, cada vez que caigas en la cuenta de que no estás siendo consciente (de lo que dices, piensas, de cómo te sientes, de lo que haces), haz una pausa y enfócate.
Pila 2. La autoaceptación
El segundo de los seis pilares de la autoestima es clave parceros porque resulta que nosotros nos tratamos muy mal ome. Creo que no hay peor juez en nuestra vida que nosotros mismo. Entonces, como en el primer pilar de pronto descubrieron algo que no les gustaba de ustedes, ahora no es que empiecen a tirarse duro.
Identificar eso que no nos gusta nos puede causar dolor y frustración si no lo aceptamos, pero puede abrirnos la puerta al cambio si asumimos que somos seres humanos, es decir, ¡que tooodooos somos imperfectos!! Es aceptar y amar nuestra vulnerabilidad.
La buena autoestima no se puede lograr si no hay aceptación. Recuerden que la idea no es reconocer los defectos para superarlos y volvernos perfectos. No parceros, la idea es aceptarnos, saber que hay cosas que podemos cambiar y trabajar en ellas; y que hay otras que, definitivamente, no.
Reconoce lo bueno de aquello que no te gusta de ti
Alguien que tiene un temperamento fuerte, es decir, malgeniado, puede reconocer que eso hace parte de su ser y que por más que trate, no logra volverse la Madre Teresa de Calcuta.
Lo que el parcero puede hacer es, primero, tener claro que el hecho de que él sea malgeniado no significa que todo el mundo se tenga que aguantar su hijuepucha geniecito; segundo, aprender técnicas para controlar la rabia, al menos, para que no la descargue con el primero que se cruce por su camino. Puede encontrar en el deporte, en la respiración, en la meditación o en un saco de boxeo una forma de canalizar y descargar todo lo que siente.
Al mismo tiempo, puede identificar una cualidad que vaya “anexa” a ese defecto. Por ejemplo, podría decirse que una persona malgeniada es alguien que tiene mucha energía en su interior. Entonces, puede empezar a usar esa energía para bien; aprovechar esa fuerza, ese impulso para sacar adelante sus proyectos, para retarse cada día. ¿Sí pillan parceros?
Pero parceros, hay algo muy importante y es que autoaceptación no es lo mismo que resignación. Ahora no sean ustedes de los que andan por la vida haciendo daño, pero excusándose con el cuentico de “así soy yo y estoy muy viejo para cambiar”.
Aceptación es reconocer aquello que podríamos o deberíamos trabajar y, de ser necesario, buscar ayuda de alguien (terapeuta, coach, guía espiritual) o algo (meditación, un libro, la oración) para hacerlo.
Ejercicio:
Cuando cometas un error, te equivoques, metas la pata no te castigues ni te insultes. Cambia el casete y, por primera vez en la vida, di: “tranquilo, no pasa nada malo. Tienes derecho a equivocarte. Aún te amo y te respeto”.
Y de la misma forma, si haces consciencia de tu comportamiento y reconoces que, realmente, sí hay aspectos que podrías mejorar, toma la decisión de hacerlo y trabaja, día a día, poco a poco, en ellos.
Por favor parceros, denle tiempo al tiempo y valoren el poder de los pequeños pasos. No busquen cambios radicales, todo se logra a punta de pequeñas metas realizables.
Pilar 3. La responsabilidad personal
«Soy responsable de mis elecciones y acciones». El tercero de los 6 pilares de la autoestima es hacernos responsables de lo que somos y de lo que nos pasa. Es decir, dejar de endosarles a otros las consecuencias de mis elecciones y acciones o de culparlos por la vida que tenemos.
Aunque hemos visto que gran parte de las ideas erróneas que tenemos son fruto de lo que, sin querer queriendo, como diría el Chavo del Ocho, nos dijeron de niños nuestros papas y de ahí la importancia de sanar el niño interior, no podemos seguir responsabilizándolos o culpándolos para escudarnos en ellos y no afrontar ni tomar cartas en el asunto frente a lo que nos pasa de adultos.
En pocas palabras parceros, hay que dejar de ser víctimas. Víctimas de los papás, del jefe, de la pareja, de los hijos, del Gobierno, de las circunstancias.
Ser conscientes de que somos responsables de nuestra felicidad
Parceros, debemos tomar consciencia de esto, de que nosotros somos los responsables de nuestra felicidad. Puede ser que en este momento mi vida sea un martirio porque mi jefe es un patán, pero es mi responsabilidad saber poner límites, hacerme respetar, buscar una solución o, simplemente, entender que estoy en el lugar equivocado y tomar cartas en el asunto.
No hay cosa más aburridora que esos parceros que viven culpando al mundo de todo lo que les pasa. Desde las cosas más trascendentes hasta las pendejadas más pequeñas como el plato de comida que piden en un restaurante: “mi plato está feo, es culpa tuya porque yo quería el otro y tú me dijiste que pidiera este”. ¡Ni que le estuvieran apuntando con una pistola!! Aaayyy, yo conozco a más de uno y más de una así.
Yo no digo que eso no pase y que no sea normal, pero la decisión de seguir los consejos de otros o de depender de la opinión ajena es de uno, así que no podemos achacarles a otros las consecuencias de las verracas decisiones que nosotros tomamos.
Ejercicio:
Haz una lista de todo aquello que sientes que te pasa por culpa de otros: “odio mi profesión, yo quería estudiar medicina y mis papás me hicieron estudiar derecho”; “yo soy malo para los deportes porque de pequeño mi hermano mayor, que era un teso en fútbol, se burlaba de mí”; “yo quiero renunciar a mi trabajo, pero mi novia me dice que ni se me ocurra hacerlo”.
Reconoce que posiblemente las decisiones que hoy te atormentan fueron tomadas por influencia de otros, pero date cuenta de que es sano, necesario y posible asumir desde ahora lo que vas a hacer con tu vida para cambiar o para hacer frente a esa realidad.
¿Qué camino quiero seguir? ¿Me sigo quejando y refugiando en los otros para llorar toda la vida? ¿Tomo decisiones que cambien el rumbo o simplemente acepto que eso es lo que hay y que las situaciones se dieron de esa manera y que ya no tiene sentido llorar por la leche derramada o seguir culpando a otros?
Mis parceritos, este es un tema de mucha profundidad y se requiere de un autoanálisis bien serio de parte de ustedes. Así que por hoy les dejo los tres primeros pilares. En una próxima entrada les hablaré de los otros tres.
Hagan el ejercicio, tómense el tiempo y reflexionen sobre eso, así, cuando lean la segunda parte, habrán avanzado mucho en su proceso y será más fácil aplicas en sus vidas los 6 pilares de la autoestima.
Un abrazo mis parceritos del alma.
Daniel Tirado / #BeachMoney
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